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Ascensión a la Torreta dels Enginyers, Roca d’Auró y Cogulló d’Estela
La aventura de hoy es una trilogía por Rasos de Peguera, una excursión de senderismo circular por tres cimas del Berguedà, con algún paso equipado aunque en general es una ruta sencilla para acostumbrados a ir habitualmente a la montaña. Últimamente, la zona del Berguedà me tiene enamorada, será porque es un lugar muy polivalente que te ofrece de todo y relativamente cerca de la gran urbe, Barcelona.
La Torreta dels Enginyers es la cima más alta de las tres que haremos con 1.988 m de altitud, el segundo objetivo es la Roca d’Auró al que hay que subir por un paso equipado (fácil), esta montaña mide 1.948 m y el tercer pico en ascender será el Cogulló d’Estela con 1.869 m, también es un pico que está en la lista de los 100 cims de la FEEC, hay dos pasos equipados pero realmente no nos hizo falta utilizarlos.
Punto de inicio
Es el santuario de Mare de Deu de Corbera hasta aquí accedes por una pista forestal asfaltada que es el Camí de Corbera, abandonamos la carretera BV-4243 un poco antes de llegar al camping Fontfreda para subir por este camino asfaltado que pasa entre alguna casas de Espinalbet, poco a poco irá subiendo por el bosque hasta llegar al santuario. En este lugar tienes aparcamiento para unos cuantos coches.
Datos básicos
Distancia: 9,86 km
Desnivel +: 678 m
Tiempo empleado: 5 h
Dificultad: Moderada. Básicamente por algún paso equipado aunque a nosotras nos parece que no nos hace falta y porque para subir al Cogulló d’Estela decidimos hacer la cresta y luego volver por la normal.
Track GPS de la circular a la Torreta, Roca d’Auró y Cogulló d’Estela
Descárgate el track aquí:
Crónica ascensión a la Torreta, Roca d’Auró y Cogulló d’Estela
Directamente desde Barcelona Bego y yo nos plantamos en el Santuari de Corbera, empezamos a andar relativamente tarde pero con tiempo suficiente para ir tranquilas y hacer fotos, etc.
Tras aparcar el coche y prepararnos tomamos un sendero que hay por encima de la carretera asfaltada por la que hemos venido. Lo primero que vemos son unos cárteles que indican varias cosas en varias direcciones. Aunque nosotras vamos a seguir el track que llevamos siempre va bien leer hacía donde vamos y que tenemos cerca en la zona.
Al poco de empezar a caminar abandonamos la pista y tomamos un sendero que sale a la derecha en clara ascensión. Cruzamos una pista para seguir la senda y llegar a otro camino un poco antes de la casa en ruinas de Can Déu. Aquí hacia la derecha entramos en otro sendero por el bosque.
Este tipo de paisaje me apasiona, es un progresar fácil que queda engalanado por los pinos, abetos y los prados alpinos, el camino es ameno. Tras pasar algún nevero y una balsa helada en el Plà de la Bassa llegamos al poco tiempo al primer objetivo, la Torreta dels Enginyers (1.988 m). Una plataforma de cemento con forma de punto geodésico nos sirve para subirnos y hacernos la foto en altura, nada fácil por cierto esta maniobra. No es un pico especialmente bonito porque no tiene prominencia, por un lado hay precipicio y por el otro una ladera, además en la cima hay antenas que afean el lugar.
Se puede bajar desde la propia Torreta directamente por un sendero técnico de bajada hacia la Roca d’Auró o reseguir el precipicio que dejamos a nuestra izquierda para encontrar un sendero que lo empieza a bajar por el lado más fácil, unos 350 – 400 m desde la Torreta, esta segunda opción es la que haremos nosotras, hacia el paso de Puigventós.
Empezamos a perder desnivel fácilmente por una senda que se adentra en el bosque para acabar en un canchal de piedra, que tomaremos hacia la izquierda por un sendero desdibujado, avanzamos bajo el cálido sol casi sin perder ni ganar altura hasta que llegamos cerca de la base de la Roca de l’Auró.
Una de las cosas que me gusta del día de hoy es que no solo estamos fascinadas con el paisaje sino que además es un lugar apacible y solitario, nada masificado que te da una mayor sensación de conexión con la montaña.
Después del canchal de piedra empezamos a subir por la senda en zigzag hacia el collado que nos llevará a la Roca d’Auró, un poco antes de alcanzar la cima tenemos un paso equipado con una cadena para protegerlo, no lo vemos necesario pero supongo que no está de más. Al llegar a la pequeña cima disfrutamos mucho de las vistas de hoy, vemos el Cogulló d’Estela más bajo pero impresionante y un mar de nubes que tapa parte del Berguedà y el Bages, nosotras por encima de ellas estamos disfrutando de los rayos de sol en un mes de enero que siempre se agradece.
Tras el ritual y las fotos de rigor en las cimas, bajamos deshaciendo nuestros pasos, volvemos a encontrar la cadena y a la izquierda tomamos ahora el sendero de bajada que nos devolverá al camino para ir a nuestro tercer objetivo, el Cogulló d’Estela.
Toca bajar por el bosque por una senda bien fresada, pasamos por la bastante seca Font del Porró de Puigventós. Y a los pocos metros llegamos al Coll d’Estela (1784 m). Este es un cruce de camino por el que tendremos que pasar después de ascender el Cogulló d’Estela.
Dejamos el cruce de bajada a la izquierda y seguimos recto para afrontar la subida al Cogulló d’Estela, nosotras tomamos el camino más directo y progresamos por una pequeña cresta sin dificultad aunque hay que utilizar las manos para ir trepando. Después llegamos a un cruce, donde a la izquierda vemos una senda de subida que es el camino normal la tomaremos a la vuelta.
Seguimos hacia la cima tenemos mucha hambre, queremos llegar al Cogulló d’Estela para disfrutar del lugar y comer, antes hemos pasado un paso equipado lateral muy sencillo protegido con una cadena.
El Cogulló d’Estela tiene una cruz curiosa en uno de sus lados y una senyera en el otro, nos hacemos fotos en ambos sitios y buscamos un sitio para comer, el lugar es perfecto para estar un rato, el día espléndido y la compañía excelente hacen que los minutos pasen casi sin darnos cuenta.
Después de algo más de 30 minutos, volvemos sobre nuestro pasos y pasamos el paso equipado, antes de la cresta tomamos a la derecha la senda que nos lleva hasta el Coll d’Estela. Aquí hay un paso equipado con una cadena para evitar resbalarse en días húmedos ya que la piedra está sobada.
Al llegar al Coll d’Estela, también bajamos hacia la derecha, siguiendo en descenso por un sendero perdedor que va atravesando continuamente las lazadas de la pista forestal (Camí de Coll d’Estela), tenemos que ir atentas para no perder este atajador camino.
En el km 7,9 aproximadamente dejaremos el Camí de Coll d’Estela para tomar una senda a la izquierda que nos lleva de nuevo a la Casa de Can Déu. Solo queda deshacer de nuevo nuestros pasos hasta el coche que tenemos el Santuario de Corbera.
Se trata de una ruta de senderismo entretenida pero no excesivamente exigente, donde tienes interesantes puntos de interés además de paisajes preciosos, otro rincón del Berguedà.
