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Máxima seguridad en la nieve
Ir a la montaña con seguridad requiere tener una cierta experiencia, a veces, pero también contar con información fiable del entorno, el terreno o la meteorología todo con el objetivo de evitar accidentes o pasar un mal momento. En invierno, además, esto es mucho más determinante para nuestra vida. Por eso, debemos conocer varios aspectos que nos pueden asegurar un poco más el éxito de nuestras incursiones en la naturaleza más bella pero también más salvaje.
Manto nivoso y su evolución constante
En alta montaña, donde se puede acumular importantes grosores de nieve debemos conocer el peligro relacionado con
este fenómeno meteorológico. El manto nivoso, una sucesión de capas de nieve, va variando durante todo el invierno en función de varios factores meteorológicos. No solo influye la nieve caída, sino la temperatura variable, el viento, …etc. Al final, el manto nivoso resultará más o menos estable.
¿Cómo evitar un alud?
En realidad esto no es una ciencia cierta y es imposible evitar este fenómeno meteorológico al 100%, salvo si te quedas en casa y esto no lo queremos.
Pero si podemos evitar muchos accidentes tomando unas mínimas precauciones.
Primero, debemos planificar en casa nuestro itinerario y estudiar el mapa y sus pendientes antes de salir para intuir por dónde puede estar el peligro.
Segundo, consultar todas las webs oficiales y no que nos aporten información verídica sobre el Peligro de Aludes, tanto el boletín actual, como el previsto y la tendencia de los aludes hasta el día de la excursión.
Tercero, mirar antes de salir la predicción meteorológica de toda la semana y del día que nos desplacemos a la montaña.
Video de un alud a unos usuarios de motos de nieve
Cuarto, saber que itinerario vamos a hacer, cuanto tiempo podemos tardar y si lo conocemos o no de otros años o de haberlo hecho en otra época. Con la previsión del tiempo y los aludes debemos buscar el mejor recorrido para evitar los peligros, si hace falta se buscaran alternativas.
Quinto, preguntar a guías, guardas de refugio o compañeros que hayan estado hace poco por la zona y que conozcan el lugar para obtener más información.
Sexto, es importante conocer el grupo y sus capacidades ya que nos expondremos más o menos al peligro en función del tiempo que tardemos en recorrer zonas potencialmente peligrosas. Se trata de adaptar la salida a la gente.
Quizás no podamos comprobar todas estas cuestiones, alguna de ellas son imprescindibles (boletín de peligro de aludes y meteorología) y otras muy importantes, a más información menos peligro.
Pero el trabajo no está todo hecho, hasta ahora hemos preparado nuestra excursión pero nos queda tomar las precauciones en el terreno. Si al final decides ir a la montaña llévate el material básico de seguridad: ARVA, sonda y pala.
Cuando contactes con la nieve intenta hacerte una idea del tipo de nieve que estas pisando, de la temperatura que hace, viento, sol, si pasas por una zona de aludes o no, previsión del tiempo…etc. Utiliza tus sentidos y conocimientos para intuir el peligro, los bastones para clavar en placas sospechosas, guardas distancia entre compañeros ante una pendiente sospechosa, detectar fisuras en el manto nivoso o la caída espontánea de pequeñas bolas de nieve…etc. Todo lo que pueda activar tu alarma interna te puede salvar la vida y las de tus amigos.
Si quieres saber más sobre los tipos de aludes sigue leyendo este artículo.
Tipos de aludes y avalanchas en la montaña
Un alud es un desprendimiento de una cantidad de nieve en una pendiente, de dimensiones o recorrido variable.
Brevemente, definiremos una de las clasificación más extendida de tipos de aludes para entender algo más este fenómeno: de nieve reciente, de fusión y de placa.
Alud de nieve reciente
Esta se da después de una fuerte nevada, puede ser de nieve seca (o aludes de polvo, son rápidas y destructivas muy temidas por los esquiadores) o húmeda. La primera es tras una nevada con temperaturas bajo 0°C y los aludes de nieve húmeda son los que se forman con temperaturas por encima de 0°C.
La sobrecarga o el aumento de temperatura hace que se desencadenen fácilmente la aludes de nieve reciente.
Alud de fusión
Se suelen dar en primavera por un incremento de temperatura, concretamente cuando la temperatura del aire se encuentra por encima de los 0°C. La nieve es húmeda y pesada, por eso cuando se desencadena una alud de este tipo suele arrasar con todo a su paso desde piedras, árboles, fango…etc. tienen mucha fuerza destructiva aunque sean mucho más lentas que, por ejemplo, los aludes de nieve polvo. También se les conoce como aludes de fondo.
Las aludes de fusión se pueden confundir con las aludes de nieve húmedas, aunque en ambas la temperatura por encima de 0°C sea un factor, en las primeras la causa no es por la acumulación de nieve reciente sino por la temperatura y en la segunda el factor desencadenante es la nieve reciente.
Alud de placa
Se producen cuando hay una discontinuidad en el manto nivoso, diferentes cohesiones que forman capas, las cuales puede fracturarse y patinar una por encima de otras. Son muy características y fácil de identificar.
El viento, es uno de los factores que crean estas condiciones para formar los aludes de placa, en este caso se les llama también placas de viento.
Para identificarlas, podemos fijarnos en las cornisas o en la dirección que sopla el viento, normalmente se forman en la cara contraria donde sopla el viento. El color suele ser más mate y diferente al de la nieve, al pasar por encima también se suele oír un crujido. Los esquiadores pueden cortar y provocar el desprendimiento de estas placas al pasar por encima. Estadísticamente, las aludes que provocan más accidentes son estas(más de un 70%). Se dan en cualquier época del años pero son más peligrosas en invierno.