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Ruta acuática por las Pozas de San Martín, Cascada del Confesionario y el Coño del mundo
Una ruta de senderismo para disfrutar de las pozas de agua de San Martín en el río Sieste en el municipio de Boltaña (Huesca).
Al final del itinerario encontramos la cascada más impresionante, la Cascada del Confesionario y encima el Coño del Mundo, una apertura en la roca con forma de… tú ya sabes.
Es una ruta acuática porque aunque puedes hacerla sin entrar en el curso del río Sieste, si te apetece puedes caminar por el agua.
Inicio y Datos básicos
Hay que llegar hasta el pueblo de Boltaña por el eje pirenaico en la carretera N-260, en medio del pueblo aparece un puente que cruza el río Ara, pasamos al otro lado y tomamos la carretera que sube hasta Sieste.
Pasamos Sieste y Casa Francho, seguimos la carretera durante kilómetros hasta llegar a una zona de aparcamiento ya no asfaltada. Aquí un cártel nos indica que estamos en el aparcamiento para acceder a las pozas de San Martí. Estamos junto al río Sieste.
Datos básicos (recorrido ida)
Distancia: 3,85 km, Desnivel +: 308 m, Tiempo empleado: 2 h y Dificultad: moderada.
El track es de ida y llegamos hasta el Coño del Mundo, nosotras fuimos caminando por el río ya que no había mucha agua, llegamos al Coño del Mundo y aquí puedes volver por un camino que va por encima del río Sieste. Nosotras lo hicimos por el pueblo abandonado de Morcat pero acabamos “campo a través” por lo que lo he quitado del track.
Track GPS Pozas de San Martín, Cascada del Confesionario y el Coño del mundo
Descárgate track aquí:
Crónica río Sieste por las Pozas de San Martín, Cascada del Confesionario y el Coño del mundo
Sin prisa pero sin pausa, nos ponemos en marcha para ir a explorar la Cueva de Seso, al llegar al aparcamiento encontramos un cártel que nos indica que por protección de fauna (murciélagos) no se puede acceder al interior de esta preciosa cavidad hasta el 1 de diciembre, así que como buenas amantes de la naturaleza haremos caso de la normativa e iremos a la segunda parte del día, la visita a las de pozas de San Martín.
Las pozas y cascadas de San Martín, es un lugar para ir en verano aunque en invierno o en otra época del año seguro que también tiene mucho interés.
Después de cruzar Boltaña y acceder por una pequeña carretera hasta el punto de inicio, un aparcamiento adaptado para bastantes coches, seguiremos a pie, la senda de las cascadas de San Martín. No hay perdida.
Lamentablemente, lleva muchos días sin llover en la zona y vamos a poder ir por el río sin la necesidad de mojarnos los pies, saltando de piedra en piedra con facilidad. Hay una opción más fácil para los que no quieran practicar este tipo de habilidades y es un sendero que recorre paralelo el río Sieste y que también de tanto en tanto te desvía a algunas de sus pozas y cascadas.
Nosotras preferimos avanzar por el río aunque sea más lenta y más dificultosa. Corre poca agua pero en épocas de más abundancia debe ser un lugar maravillosos. Hoy no nos mojamos los pies pero sí hay más agua puedes llevar una “cangrejeras” y caminar por el río.
Aproximadamente, en el kilómetros 3 de ligera subida llegamos a una cascada ya infranqueable, después de contemplarla retrocedemos una centenares de metros para tomar un camino que va por la izquierda del río Sieste y nos llevará a la Cascada del Confesionario. Antes, hemos pasados numerosas pozas y cascadas.
Esta senda nos lleva a la última cascada a la que podemos acceder, la Cascada del Confesionario, encima se encuentra el “Coño del Mundo”, un agujero en la cascada superior y vertical.
Para acercarnos al Coño del Mundo tenemos unas cuerdas y cadenas fijas a la izquierda de la Cascada del Confesionario que nos ayuda a superar este desnivel. No es apta para todos los públicos, es expuesta que aunque para nosotras no revierte dificultad si lo puede tener para gente poco acostumbrada a trepar en el monte.
Tras hacernos fotos y disfrutar desde las alturas, volveremos a bajar por dónde hemos venido. Después puedes deshacer el camino hasta el aparcamiento del coche o buscar alguna variante.
Una ruta preciosa que puede cambiar en función de la época del año que la visitemos. ¡Ojo!, a las tormentas, no deja de ser un río encañonado y que su torrente se alimenta mucho de las lluvias.