He devorado este libro, la historia sin duda “engancha” y lo hace por muchas cosas pero sobretodo porque es una historia de amor, pero no me refiero solo al amor entre dos personas sino de amor a las montañas, a la vida, unos valores que la autora atesora como parte de su personalidad y que se mostrarán latentes en “No te haré esperar”.
Una novela de alpinismo publicada por Ediciones Desnivel que puedes conseguir aquí.
No Te Haré Esperar
Aunque Nives Meroi es una de las alpinista que “disputó” la carrera por conseguir ser la primera mujer en ascender a los 14 ochomiles del planeta, este libro se centra sobre todo en los tres intentos a la tercera montaña más alta del planeta, el Kangchenjunga. Y esto es, porque es una montaña con muchísimo significado tanto para esta mujer, como por su pareja Romano.
Nives y Romano viven en pleno corazón de los Alpes Julianos, unas montañas donde ambos han crecido y se han enamorado, aquí empieza la historia de amor que ambos tienen y que tienen a las montañas. Empieza escalando cerca de casa para acabar haciendo expediciones a las montañas más altas del planeta, pero sobre todo lo que identifica a esta pareja es su estilo propio. Comparten el proyecto de ascender juntos, comparten hacerlo de la manera más ligera o alpina posible, lo hacen si la ayuda del oxígeno y utilizando los sherpas lo menos posible, huyen de las expediciones comerciales y multitudinarias pero son respetuosos, y a pesar de todo, se ven atrapados por la “lucha” entre mujeres (Edurne Pasabán y Gerlinde Kaltenbrunner son las “competidoras directas”) para ser la primera en conseguir las 14 cimas más altas del planeta. Pero por encima de todo está su manera de entender el alpinismo, sus valores de solidaridad y equipo que les hacen desistir de esta pugna para centrarse en sobrevivir a la muerte.
La enfermedad de Romano aparece en la primera ascensión que se proponen al Kangchenjunga y esto les hace desistir de su intento a la cima, Nives abandona su deseo de llegar a lo más alto para ayudar a Romano a volver al campamento base porque para ellos por encima de cualquier montaña está el sentido de equipo. Empieza la lucha más dura de sus vidas, hospitales, pruebas, incertidumbre y durante muchos meses y más de un año pero al final la desesperación y el miedo son superados por la esperanza y la salvación. Cuando Romano se recupera, vuelven al Kangchenjunga para su segundo intento también fallido y finalmente a la tercera lo consiguen, el Kangchenjunga se convierte en su duodécimo ochomil.
No te haré esperar no es solo un libro de alpinismo que narra esta tres ascensiones sino que el lector siente y compadece a la pareja Nives y Romano, sin darte cuentas quieres leer y leer porque deseas que todo acabé bien para ellos, que la mala suerte se convierta en buena y que la historia tenga un final feliz. La tensión es constante y al final se despierta una entrañable simpatía por ellos, y la palabra sobrevivir o esperanza son más importantes que ser la primera o conseguir llegar a lo más alto de una montaña. Nives Meroi se entrega al lector y nos abre su corazón. Hay momentos en el que, el alpinismo pasa a un segundo plano para centrarse en el drama de la enfermedad gravísima que padece Romano.
¿Por qué te recomiendo «No Te Haré Esperar»?
Primero, por el contenido, es interesante si eres un amante de las historias épicas de montaña, subir a las montañas más altas del planeta tal y como lo hace Nives Meroi es digno de ser mencionado, y personalmente me encanta leer sobre himalayistas que defiende estilos ligeros, alpinos y expediciones pequeñas para conseguir grandes retos.
Segundo, por lo transmitido, como los valores de solidaridad, amor, amistad, sacrificio, entrega, lucha, esperanza, trabajo en equipo que defiende tanto Nives como Romano, en el libro estos valores se presiente de manera natural sin galardonarlos enérgicamente.
Tercero, por el relato, es importante que una buena historia este bien contada para general atención en el lector, no basta con explicar algo sino que hay que saber contarlo bien, y Nives Meroi consigue captar con sus palabras la atención del lector.
Cuarto, por protagonista es mujer, estamos acostumbradas/os al alpinista-hombre y cuando en nuestras manos cae un relato escrito por una alpinista-mujer siempre sé que aportará una visión diferente, a la hazaña explicada se le suma el factor mujer en un “mundo” mayoritariamente de hombres.
