Aún queda mucho por hacer y descubrir en el himalayismo, rutas nuevas en cimas desconocidas de 7000 m o 6000 mpor poner un ejemplo pero cuando hablamos de las montañas más alta del planeta, los ochomiles uno de los retos a acabar por la comunidad alpinista es realizar la ascensión de los ochomiles en invierno.
Este libro se escribió cuando solo faltaba ascender en invierno el K2, segunda cima más alta del planeta y el ochomil más difícil, pero mientras me estaba leyendo “Los ochomiles en invierno de Bernadette McDonald” me llegaba la maravillosa y preciosa noticia de como unos sherpas convertido en alpinistas profesionales se esperaban a unos metros de la cima para llegar todos juntos a la cima del K2, símbolo del patriotismo nepalí pero también de reconocimiento a sherpas del Nepal o de Pakistán, que dan sus vidas para que otros consigan el éxito y la gloria. Nirmal Purja y nueve escaladores más de origen nepalís han puesto a mí parecer un broche de oro a la consecución de los Ochomiles en invierno.
La nota negativa de este invierno en el K2 ha sido la muerte de 5 montañeros, entre los que se encuentra Sergi Mingote, del que hace unos días escribí sobre su libro A Pulmón en este mismo blog. Un libro que también recomiendo encarecidamente.
Índice Contenido
Los ochomiles en invierno de Bernadette McDonald
Este libro nos va a trasladar en un viaje en el tiempo a las primeras ascensiones invernales y los intentos más destacables a los catorce ochomiles. Con Bernadette McDonald a veces puedes pensar que estar en la misma montaña.
Puedes conseguir este libro aquí: Los ochomiles en invierno – La escalada de las montaña más altas en la estación más fría de Bernadette McDonald de Ediciones Desnivel.
La escalada de las montaña más altas en la estación más fría
La escalada de las montaña más altas en la estación más fría de los 14 ochomiles es uno de los “problemas” a resolver que ha ocupado décadas y muchísimos intentos por parte de algunos alpinistas porque aunque muchos lo han intentado no es un objetivo para todo el mundo.
Los primeros en conseguir, los más “productivos” (sumando más éxitos) y competitivos han sido los polacos, conocidos como los “Guerreros del Hielo”, ellos han conseguido muchas primeras ascensiones en invierno de los ochomiles, se abre la carrera con la cima más alta del planeta con el Everest (1980), les siguen otros éxitos a los polacos o al menos con su participación como: Manaslu (1984), Dhaulagiri (1985), Cho Oyo (1985), Kangchenjunga (1986), Annapurna (1987), Llotse (1988), Shisha Pangma (2005), Gasherbrum I (2012) y Broak Peak (2013).
Si ya es complejo ascender en primavera u otoño a los ochomiles, lo es muchísimo y a menudo imposible hacerlo en invierno a menudo estos montañeros pueden pasar semanas para solo disfrutar de pocos días de buen tiempo, la montaña tiene que darte una tregua y aún así el himalayista tiene que estar en el momento bueno de aclimatación, físicamente y ser una roca mentalmente para soportar un frío extremo, vientos huracanados, avalanchas peligrosas, grietas, hielo duro como la piedra o hostilidades inimaginables de estas montañas y tener unas mínimas posibilidades de éxito.
Solo aquellos que han probado las mieles del éxito o el licor amargo del fracaso pueden decirnos que han sentido y vivido en estas ascensiones a los ochomiles en invierno. Y nadie mejor que la escritora Bernadette McDonald para recopilar información, documentarse y contar estas historias con gran belleza para el lector. Esta escritora y periodista tiene una gran capacidad para recoger, tratar y plasmar la información en grandes historias como en este libro que te recomiendo: Guerreros Alpinos.
Una gran recomendación: Bernadette McDonald es una apuesta segura
Ni es el primero ni será el último libro que me lea de Bernadette McDonald mientras siga escribiendo, para mí, es una escritora que se documenta de manera concienzuda e invierte tiempo en conocer las historias, relatos algunos que hace muchos años que pasaron. Dedica tiempo a recoger información de varias partes, opiniones y siempre explicando lo que otros dijeron nos da una visión completa o lo más completa posible de las ascensiones, sus intentos tantos si fueron éxitos como fracasos.
En resumen, Los ochomiles en invierno nos aporta muchos detalles e información pero también un gran toque de romanticismo “alpino” de historias heroicas protagonizada por auténticos soñadores de las grandes montañas en invierno.
Por otro lado, no solo queda retratado en este libro las historias de amor por estas montañas sino la competición por ser el primero en hacerlo, el patriotismo o la carrera en donde a menudo se injuria, se desconfía o se miente por sentimientos como la envidia o el desprecio, valores en la montaña como la deportividad o la solidaridad se pierden en favor del criticar o difamar tristemente. Aunque no siempre es así, montañeros como Denis Urubko, capaz de abandonar su ambicioso proyecto por ir al rescate de otros montañeros en peligro.
Te recomiendo este libro porque es una recopilación de grandes relatos que pertenecerán para siempre a la historia de la montaña invernal en las montañas más altas del planeta.
Cada ochomil tiene dedicado un capítulo de este libro, con lo que facilita la lectura y ordena muchos los datos al lector, la lectura es dinámica y para mí imprescindible si te entusiasma los libros de montañas.
Sin duda pienso que Bernadette McDonald tiene la capacidad de contarnos historias pasadas cuando ya sus protagonistas no lo pueden hacer permaneciendo en mi opinión bastante neutral.
Al final de Los ochomiles en invierno dedica un apéndice a los escaladores que han participados en estas ascensiones y el resumen de las ascensiones invernales a los ochomiles.
