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Garganta de Vintgar y Bled en el Parque Nacional del Triglav
Después de bajar de la interesante Travesía circular de 6 días por el Parque Nacional del Triglav, nos vamos a dedicar a hacer pequeñas excursiones para conocer otros rincones en la naturaleza populares, como el Lago Bled o la Garganta de Vintgar.
El lago Bled está reconocida como una de las “joyas” de Eslovenia, igual que la Garganta de Vintgar y realmente son lugares bonitos pero acostumbradas a explorar montañas no nos sorprenden en exceso.
Datos básicos
Distancia: 11 km. Desnivel +: 395 m. Desnivel -: 445 m. Tiempo empleado: 3 – 4 horas
Track GPS circular Garganta de Vintgar desde Bled
Descárgate aquí el track: Garganta de Vintgar desde Bled
Crónica a la Garganta de Vintgar
Si te fijas en el track verás que empezamos a caminar en Podhom, en realidad la circular sería empezar y acabar en Podhom. Hay un autobús gratis que te lleva de Bled a Podhom pero sujeto a unos horarios, el motivo de volver caminando a Bled fue que teníamos que esperar casi 3 horas el bus y preferimos caminar.
Para llegar al Lago de Bled desde Liubliana donde estábamos alojadas tenemos que coger un autobús en la estación de autobuses de Liubliana de la compañía, Arriba Eslovenia, tarda algo más de 1 hora. En Bled hay una floto de buses que realizan varios trayectos circulares gratuitos para conectar diferentes lugares de interés de la región, nosotros cogemos el que pasa por Podhom.
Nos bajamos en Podhom y caminamos dirección oeste hacia el pueblo, cruzando un pequeño túnel y siguiendo las indicaciones de la Garganta Vintgar. Se puede llegar en coche pero ten en cuenta que los aparcamientos son de pago.
Aproximadamente al 1,7 km después de pasar varios aparcamientos llegamos a la caseta de información de la Garganta de Vintgar y las taquillas, en agosto de 2023, la entrada a Vintgar son 10 euros por persona.
La Garganta de Vintgar es preciosa pero no más espectacular que otras gargantas que hemos visto gratiscuando exploramos las montañas. El itinerario solo se hace en una dirección, con entrada por taquilla y saliendo por unas barreras giratorias, no hay posibilidad de triquiñuelas y colarte “free” por la otra parte, al final de las pasarelas de la Garganta de Vintgar tienes un chiringuito para aquellos que tras caminar 30 minutos necesiten avituallamiento.
Nosotras al salir, huimos rápidamente de la masificación de turistas que se ha formado, hay dos opciones para volver al punto de inicio a pie, yendo hacia la izquierda por una senda de vuelta a los aparcamientos de la Garganta de Vintgar o a la derecha, una excursión más larga por la naturaleza.
A pesar de que nos ha parecido una actividad cara, lo de la Garganta de Vintgar, estamos disfrutando de este día de excursión relajada. Al acabar la Garganta de Vintgar se encuentra la Cascada Sum.
Tomaremos el camino de la derecha que entra en un precioso bosque ganando desnivel de manera suave, es un progresar amable y tranquilo en un lugar bucólico y precioso. En algo más de 1,5 km salimos del bosque y llegamos a un gran mirador sobre el valle, aquí está la Iglesia de Santa Katerina.
La Iglesia de Santa Katerina no está abierta al público así que solo le damos una vuelta alrededor, aprovechamos para comer y tomarnos un postre típico de Eslovenia justo en el bar/restaurante que hay al lado, es un dulce muy extendido en la zona de Bled, el Kremsnite, un postre de varias capas formadas por nata montada, crema de vainilla y una tapa superior e inferior más dura al estilo mil hojas. Estos postres también se consumen en el norte de Europa.
Después de la parada para comer, seguimos por una senda que recorre la ladera de la montaña descendiendo suavemente, empieza a llover suavemente y tenemos que apremiar nuestro paso, no obstante disfrutamos de las grandes vistas del valle, en el fondo el pueblo de Zasip.
Pasamos un mirador y en poco tiempo llegamos a uno de los aparcamientos de la Garganta Vintgar y cruce para ir hacia este lugar, entramos en Podhom. Como llueve nos refugiamos y perdemos el bus que nos tiene que llevar a Bled, punto de inicio, el próximo pasa dentro de 3 horas así que decidimos volver a pie.
La vuelta no aporta mucho a nivel paisajístico o montañero, transcurre en su primera parte por carretera para llegar finalmente a Bled y cruzarlo hasta casi el lago por sus calles, antes hemos tenido que volver a pararnos bajo el porche de una casa para resguardarnos de la agresividad de la tromba de agua caída. Pasa la tormenta y seguiremos plácidamente pisando los charcos como niñas felices hasta Bled.
En Bled, una breve visita a su famoso lago aunque bajo la amenaza constante de tormenta y después vuelta a Liubliana en bus.
Ha sido una experiencia algo contradictoria para nosotras, pagar y no me refiero al aparcamiento o por utilizar una pista como está pasando a menudo en nuestro Pirineo, sino entrada para ver la montaña. Nos parece raro porque al final vemos sitios similares y mucho más salvajes gratis pero por otro lado ir a un lugar lejano y no ver lo que se considera las “joyas” del país es algo imperdonable, así que toca pasar por caja.
