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Las expediciones comerciales en el Himalaya
Llegó la primavera y las expediciones de montaña en el Himalaya, quizás por esto, estas semanas no dejamos de oír noticias de las ascensiones multitudinarias a los ocho miles, los picos más altos de la planeta que se encuentran en las fantásticas cordilleras del Himalaya y Karakorum, especialmente en la primera dónde se encuentran concentradas la mayoría de expediciones comerciales.
A los que nos gusta la montaña y no tenemos el nivel suficiente nos tienta el reto de hacer lo que otros mucho montañeros más preparados hacen, pero en realidad es un engaño a nosotros mismo porque ni por asomo hacemos algo parecido a lo que un gran escalador o alpinista puede realizar. Quiero decir que debemos ser autosuficientes, tanto si vas solo como acompañado. Por tanto, debemos ser consecuentes y por supuesto soñadores, pero conociendo nuestros límites. Igual que no haría una bigwall sino sé escalar ¿por que voy al techo del mundo si casi no sé ni utilizar el Piolet?
Subir a cualquier precio al Everest
La fiebre del Everest nos ha llevado a subir el Monte Everest a personas atadas como si de un saco de patatas se trataran, siguiendo la huella profunda de tantos otros que han pasado delante de ellos y la cuerda a la que van asegurados, pero esto, para mí no es subir al Everest (puntualizo, es mi humilde opinión), que sentido tiene encordarse a un sherpa o guía de montaña que va tirando de nosotros como si de un petate de escalada o espeleología se tratara. Cómo leí el otro día, un helicóptero (estos que están de moda últimamente por los rescates que se están efectuando) subió a una persona a un campamento intermedio del Everest para que hiciera cima, este “escalador” no hizo todo la ascensión (¿Pero esto que es?). No entiendo para nada la motivación de esta persona pero menos entiendo a los profesionales alpinistas que se prestan a esto, a contribuir con esta falsa y a la larga a desprestigiar este estilo de vida.
Sabéis que pienso, creo que un día de estos lamentaremos una tragedia en el techo del mundo como ya paso en 1996 con otras expediciones comerciales, la ambición de algunos y el dinero de otros, está convirtiendo el Everest y sus alrededores en un mercadillo y un vertedero muy peligroso porque al final la montaña es la que tiene la última palabra.
Una gran noticia para el alpinismo o Himalayismo
Pero hoy, quiero destacar con mayúsculas una noticia de la que me hago eco por lo importante que es, primero, en el Himalaya no solo hay cumbre que sobrepasen la mítica altitud de 8000 metros sino que por debajo tenemos multitud de montañas por explorar, por subir, con vertientes vírgenes esperando ser pisadas. Todavía algunos grandes alpinistas buscan el compromiso, la belleza de la dificultad, lo nuevo, la soledad, huyen de las clásicas que empiezan a estar desvirtuadas y de las multitudes, de los NO montañeros o de aquellos que no respetan la montaña.
Ahora sí voy a la noticia, Primera ascensión al GANDHARVA CHULI, un pico de 6000 metros virgen que pertenece al Santuario del Annapurna. Han sido los alpinistas rumanos Cristina Pogacean y Cosmin Andron quién se quedaron a tan solo unos metros de la cima, detalle que los honora todavía más, por respecto a las creencias de la zona pero que han sido los primeros en conseguir llegar a la cima del Gandharva Chuli que tiene 6.248 metros de altitud
Hay que darles su minuto de gloria porque seguramente la vida de estos dos escaladores es la montaña y seguramente conseguir dinero para poder hacer lo que más les gusta debe ser más hazaña que en sí conseguir subir por dónde lo hacen. Felicidades Cosmin Andron y Cristina Pogacean por hacer que todavía los que amamos las montañas podamos oír noticias tan interesantes como estas.
Primera ascensión al GHANDHARVA CHULI
Tanto Cosmin Andron como Cristina Pogacean son guías de montaña del Himalaya, así que para esta ascensión ya tenían todo el trabajo de aclimatación y experiencia hecho. Plantaron su campamento Base (CB) a 3.850 m el 2 de mayo. Al día siguiente, ya empezaron la escalada, instalando el campamento base avanzado (CBA) a 4.450 m justo debajo de un impresionante glaciar. Desde aquí ya solo les quedaría hacer en estilo alpino el ataque a la cima del Ghandharva Chuli con éxito, eso si tras un duro trabajo que duro varios días.
Según cuenta, la escalada en un primer momento fue de moderada dificultad en un terreno mixto, de hielo, nieve y roca. Los dos rumanos consiguieron alcanzar la cresta del espolón por encima de los 5.400 metros pero aquí se vieron obligados a pasar una noche difícil en una tienda soportando una tormenta eléctrica y una fuerte nevada que duró horas. Todo esto, no hizo desistir del empeño de ambos escaladores por alcanzar su deseado objetivo, y a la mañana siguiente reiniciaron su ascensión. La escalada se ralentizaba por el mal tiempo y solo pudieron progresar 200 metros de desnivel hasta montar en una pequeña repisa, fabricada por ellos mismo, dónde pasarían su segunda noche. A 5.600 metros y todavía en el espolón esperaban un cambio de meteorología que llegó, en la madrugada decidieron Cristina y Cosmin intentar la cumbre, siguiendo paso a paso por aristas afiladas y superando tramos comprometidos, cornisas expuestas y pendientes de más del 75 % de inclinación todo ello con un viento cada vez más infernal se consiguió la estimada cima del GHANDHARVA CHULI. Por respeto a las creencias del pueblo Nepalí, como antes he comentado, se quedaron a tan solo unos metros de la cima.
Fuentes Ascensión: Desnivel
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