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Cueva de l’Orri
Cueva de la Coma de l’Orri o Cova de l’Orri se encuentra localizada en la comarca de la Garrotxa en Girona (subcomarca Alta Garrotxa), según datos oficiales de espeleólogos se encuentra a 578 m sobre el mar, con un recorrido de 157 m y un desnivel negativo de 6 metros. Se trata de una cueva calcárea y se encuentra en el municipio de Sales de Llierca, en el Prepirineo.
Cómo llegar
Llegaremos hasta el pequeño pueblo de Tortellà, seguimos dirección Montagut pero tomaremos un desvío a la derecha hacia Sales de Llierca. En un primer momento encontramos una carretera asfaltada que seguimos hacia la masía de l’Orri, lo que era asfaltado acabará siendo una pista de tierra perfecta para circular aunque toma precaución con los badenes.
Avanzaremos 8 o 9 km hasta encontrar un espacio a la derecha en la pista donde se pueden aparcar varios coches, vemos un cártel de prohibición de pernoctar caravanas, furgonetas o acampar. Aquí dejamos el vehículo, en nuestro caso solo vamos a estar unas horas aparcados.
Datos básicos de la aproximación a la Cova de l’Orri
Distancia aproximación: 2,74 km, desnivel +: 40 m, desnivel –= 176 m, Tiempo aproximación: 48 minutos. Tiempo cueva: 1 h – 1h 30.
Estos son los datos de ida. Nosotros volvemos por el mismo sitio así que sería el doble de distancia y los desniveles a la inversa. El recorrido es fácil.
Tras dejar el coche al lado de la pista forestal sin molestar, tomamos una pista cerrada con una cadena a la derecha y de bajada mayoritariamente, al menos hasta llegar al Torrent de l’Orri, aquí empezamos a subir.
A los pocas decenas de metros de cruzar el Torrent de l’Orri (seco) encontramos un cruce de pistas forestales, nosotros debemos tomar la pista de la izquierda que además sube más contundéntemente.
Aproximadamente en el km 2,5 de la pista hay una curva pronunciada hacia la izquierda, aquí justo sale un sendero a la derecha indicado con hitos de piedra, lo tomamos. Es el tramo más bonito, vamos bajo el cobijo de un bosque de encinas, caminamos en llano para en poco más de 200 metros llegar a la boca de la Cova de l’Orri, protegida de la caída de animales con una pequeña verja.
Track GPS de la aproximación a la Cova de l’Orri
Descárgate track GPS aquí:
Crónica de la Cova de l’Orri
La boca para acceder tiene una pequeña reja de 1 metro de altura aproximadamente, que se supera sin ninguna dificultad (mirar video y fotos), es para evitar la caída de los animales básicamente.
Al pasar la reja, hay un pequeña zona plana suficientemente ancha para estar 2 personas pero hay que prestar atención porque aquí se encuentra la mayor dificultad de la cueva, hay una caída vertical de 3 ó 4 metros. Rafel traía material para destrepar este tramo, pero no ha hecho falta porque hemos encontrado instalada de manera fija una escalera de madera (que con el paso del tiempo puede desaparecer o danarse). Al final como material, solo utilizaremos el casco y el frontal.
Bajamos tranquilamente por la escalera de madera hasta la principal galería, Rafel bromea con la normativa de seguridad de esta escalera.
La Cova de l’Orri tiene una sola boca o entrada así que el recorrido será de ida y vuelta por el mismo sitio. Hay tramos donde la galería por la caída de rocas o formaciones se divide en dos galerías, así que a la vuelta tomamos otras opciones, además de explorar todas las galerías que no tienen salida. Especialmente Rafel, que va de explorador principal y me va indicando los hallazgos emocionado o por lo contrario, sino son de gran interés. Y es que la montaña nunca nos deja de apasionar, da igual el tiempo que pase, cuando descubrimos lugares mágicos nuevos se nos acelera el corazón sin duda, y la Cova de l’Orri es uno de esos sitios maravillosos (teniendo en cuenta que somos montañeros y no espeleólogos expertos acostumbrados a disfrutar del submundo).
Volviendo a la Cova de l’Orri, decir que desde el inicio ya hay muchas concreciones, al principio se encuentra la sala más grande con aproximadamente 9 metros de altura durante 25 metros de recorrido y una anchura de 8 metros. Aquí a la derecha encontramos seguramente la colada más espectacular. Mi hermana que ha visto fotos dice que parecen medusas, a mí me recuerda una “fondue” de chocolate o queso.
En la Cova de l’Orri muchas banderas y formaciones van adornando el camino, también estalactitas y estalagmitas, quizás menos columnas pero en pocos metros hay mucha belleza, me recuerda a las cuevas de Mola de Catí: Cova del Rastre, Cova Cambra y Cova Cantero (muchas concreciones en poco tramo de recorrido).
Seguimos, y llegamos a una zona donde un gran bloque de piedra nos bloquea la sala pero no el paso, por debajo accedemos. Encontramos más bloques caídos pero ahora cubiertos de bonitas formaciones que divide la galería en dos partes pero comunicadas por su parte alta.
Por la parte derecha, de subida y superando las concreciones llegaríamos a la siguiente galería, pero Rafel que va delante opina que explore el lado izquierdo que parece menos expuesto. Entro, por la parte izquierda mucho más plana y fácil el camino acaba muriendo, pero si trepamos podemos continuar a la siguiente galería así que tomamos esta segunda opción. Rafel baja de las concreciones y me sigue.
Llegamos a una pequeña sala mucho más reducida en altura, estamos en la misma galería principal pero en diferentes salas. Superamos un seguido de rocas para superar unos 4 metros de altura, buscando la mejor opción. Otra sala estrecha pero con una altura de 6 ó 7 metros según las topografías y descripciones que nos llevan a otra zona de bloques de rocas caídos. Este tramos tiene menos formaciones pero también se ven concreciones aunque no en la concentración de otras salas de la Cova de l’Orri.
Después de subir por los bloques, tenemos que empezar una destrepada para bajar unos 4 metros, es como si hubiéramos hecho una pequeña cima. De nuevo subimos más rocas y bloques, es la tónica de la cueva, hay que tener precaución en la progresión aunque no resbala en exceso, salvo en alguna rampa embarrada o algún trepe o destrepe por alguna colada.
En una de estas navegaciones entre bloques parece que llegamos al final de la cueva, bajamos ligeramente y de manera fácil para ver un par de belenes navideños. Exploramos pequeños orificios ya que nos falta por encontrar una pequeña galería con muchísimas concreciones, especialmente unas banderas rojizas muy espectaculares y una colada blanca maravillosa.
En la sala de los “belenes” encontramos un par de gateras, la de la derecha nos lleva a la sala concrecionada, la mencionada anteriormente. Dónde entramos y nos deleitamos. Hay que entrar con los pies, ya que hace bajada. A mí, me ha costado superar la gatera porque se me ha quedado el brazo enganchado atrás y las piernas ligeramente colgando pero al final consigo zafarme y llegar al paraíso, es increíble.
Cuando salimos de esta sala preciosa, Rafel se dirige al orificio de la izquierda y entra para investigar, hay un resalte expuesto y prefiere no continuar (más tarde va a acceder por otra galería, y me hará una foto a mí asomándome por el agujero estrecho como si de una ventana se tratara).
Estamos de nuevo en la sala de los “belenes”, volvemos a deshacer nuestros pasos pero explorando todas las galerías y recovecos que antes no habíamos investigado. Tomamos una variante, por la izquierda a la vuelta que nos lleva a la misma galería principal.
Por supuesto, nos volvemos a parar en la gran colada, ahora nos queda a la derecha, para de nuevo hacer alguna fotografía más, después llega la escalera y la luz del exterior que ya hace tiempo que íbamos viendo.
Hemos quedado profundamente satisfechos y ha sido una gran matinal, Rafel me ha hecho madrugar pero es de agradecer llegar a casa para comer y poder aprovechar la tarde en otros menesteres.
Tanto a Rafel como a mí, nos ha parecido una maravilla de cueva, nos ha sorprendido más de lo que pensábamos, habíamos leído que estaba muy afectada por actos vandálicos y lo cierto es que se ven pero aun así hemos encontrados muchas banderas, coladas intactas, estalactitas intactas.
Siempre acabo las salidas motivada para hacer nuevas exploraciones y descubrir nuevos sitios. Este sin duda, lo volveré a recorrer y a compartir.
Magnífica descripción, muy detallada. Realmente esta cueva merece una visita: poca dificultad y muchísimas formaciones con un acceso fácil y corto. Ideal para una matinal.
En cuanto a la escalera de madera, le da un toque de rusticidad aunque es mejor que no hablemos de seguridad.
Pues sí, es una cueva con una cantidad de concreciones por metros cuadrado impresionante. Una experiencia increíble. Cierto que la escalera es un poco rústica y no sé que pasará dentro de un tiempo pero en ese momento no me pareció peor que alguna cuerda fija que encontramos por Montserrat, jejej.