Anton Krupicka (1983, USA), es un corredor de ultra distancias, o sky runner . Ha ganado la carrera de Leadville 100 dos veces, y otras tantas como el Miwok 100K , la Rocky Raccoon 100 Miler , la Collegiate Peaks 50 Miler , la White River Miller (en dos ocasiones, estableciendo record en el 2010 con un tiempo de 6:25:29), la High Mountain 50 k y la Estes Park Marathon .
En la Wester States 100 del 2010 junto con Geoff Roes (1º) y Kilian Jornet (3º) protagonizo uno de los momentos más populares y bonitos de la competición en las ultra trails quedando segundo (aunque esto seguramente sería lo de menos) después de 160 kilómetros bajo un sol y una calor muy intensa.
Anton Krupicka es conocido por sus logros personales pero también por su imagen y personalidad, lleva el pelo y la barba largo, y tiene un estilo propio y peculiar a la hora de entrenar y competir. Es un corredor minimalista en su equipación o material, suele competir sin camisetas o únicamente con unos pequeños pantalones cortos, sus zapatillas suelen ser muy ligeras o minimalistas, para él llevar accesorios es una distracción y un estorbo.
Es conocido en el circuito por ser un gran corredor , capaz de mantener un ritmo alto y constante durante kilómetros y kilómetros sin desfallecer y sin dar síntomas de cansancio que puede ahogar hasta al más fuerte.
Anton Krupicka aparece en la película “ 1000 kilómetros bajo el cielo de Colorado “ basada en los entrenamientos y formación del verano del 2007 dónde se preparó su primera Leadville Trail 100 .
De pequeño ya le entusiasmaba las grandes distancias y con tan solo 12 años corrió una maratón, en la universidad y en su tiempo libre corría muchos kilómetros a veces hasta 200 kilómetros a la semana.
Anton Krupicka junto con otros sky runners como Kilian Jornet , Anna Frost , Geoff Roes , Lizzy Hawker y muchos más hacen del correr un estilo de vida dónde para ellos es tan importante el entorno por dónde entrenan y la montaña como la competición, según palabras textuales de Anton Krupicka «Para mí lo más importante no es el hecho de correr por la montaña ni ganar carreras, sino las propias montañas, el paisaje. Si corro es por las montañas, y estoy seguro que aunque no corriera, igual pasaría la mayor parte del tiempo en ellas. No corro por el ejercicio ni para ganar carreras, corro para “estar” en las montañas: apreciar y respetar la montaña y aprender de ella. Ganar una carrera es divertido, pero no me motiva por si solo para dedicar todo el tiempo que invierto en este deporte. Mi inspiración viene por mi pasión hacia la montaña…»