Existen infinitas razones para disfrutar de unos días de vacaciones en Asturias. Esta región siempre ha sido conocida por sus verdes paisajes, los cuales se abrazan al azul intenso del mar que rodea buena parte del territorio. De hecho, son muchos los que siguen hablando de Asturias como ese paraíso natural por descubrir.
Lo que muy pocos conocen es que el subsuelo del Principado esconde otros muchos tesoros. ¿Sabías que la región alberga 16 cuevas y que cinco de ellas han sido catalogadas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco?
Sin embargo, no todas las cuevas están abiertas al público. Para que no pierdas el tiempo en visitar las que no son accesibles, hemos elaborado este artículo con algunas de las cuevas que puedes visitar y que, sin duda, merecen la pena.
Índice Contenido
Cueva de Tito Bustillo (Ribadesella)
Fue descubierta en 1968 y se corresponde con una única galería de unos 700 metros de longitud a la que se abren estancias anexas.
Las representaciones rupestres van variando según las épocas, llegando a superponerse entre sí. Destacan los caballos y los renos que, gracias al uso de distintos pigmentos y al raspado de los contornos, se consigue una extraordinaria sensación de policromía.
La cueva estuvo habitada entre el 20.000 y el 10.000 a. de C. y es, junto a Altamira, uno de los lugares con pinturas prehistóricas más importantes de España y del mundo.
Duración de la visita: 1 hora aproximadamente.
Se recomienda usar ropa de abrigo y calzado adecuado.
Visita gratuita los miércoles.
Cuevona de Ardines (Ribadesella)
La cueva está integrada en el sistema cavernario de ‘Tito Bustillo’, pero un derrumbe hace miles de años dificultó la conexión entre ambas.
Destaca por el gran tamaño de su sala principal. El techo alcanza los 40 metros de altura, hoy perforado por un bosque natural que permite el paso de la luz. Las estalactitas y estalagmitas dan forma a un paisaje singular.
Se puede visitar sin coste adicional con la entrada al Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo, siempre que haya disponibilidad, ya que las plazas para acceder a la cuevona son limitadas.
Cueva de la Peña (Candamo)
Se trata de una cavidad que esconde arte paleolítico. Consta de una pequeña galería que desemboca en una gran sala, completando unos 70 metros de longitud.
Destaca el Muro de los Grabados, por contar con el mayor número de imágenes y la organización más compleja con superposiciones, y el Camarín, una oquedad elevada con representaciones de caballos y bóvidos.
En su interior apenas se encontraron restos ni utensilios propios de que se hubiese hecho vida dentro de la cueva.
Recomendación: Entrada gratuita. Acudir antes al Centro de Interpretación de la Cueva de la Peña, donde se ofrecen visitas guiadas cada hora antes de las programadas para la cueva.
Cueva el Buxu (Cangas de Onís)
Descubierta en 1916, la cueva combina las pinturas y los grabados de caballos, cabras, ciervos, bisontes… con figuras geométricas y zoomórficas.
Según recientes excavaciones, se ha podido saber que funcionó como asentamiento estacional de verano y otoño para la caza de ciervos, rebecos y cabras.
Visita gratuita los miércoles.
Cuevas de la Lluera (Oviedo)
Se trata del más complejo santuario exterior de arte paleolítico de Europa.
Las cuevas fueron descubiertas en 1979. La primera de ellas destaca por sus grabados, que representan en su mayoría animales: caballos, uros, ciervos y bisontes, entre otros. A pocos metros se encuentra otra pequeña, cuyos muros acogen figuras geométricas realizadas con la misma técnica que en la anterior.
Para visitar la cueva es necesario calzado adecuado para suelo resbaladizo y de pendiente pronunciada. La visita es gratis los miércoles.
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